Está a mi lado
y tiembla como yo.
No nos decimos nada.
Somos
un paisaje tan sólo
apoyado en la barra de un instante
tan extraño y tan cierto.
Mirándonos así.
Sin valor.
Sin volar.
Sin atrevernos.
Sin siquiera acordarnos
que el mar era un silencio
que se curó con olas.
Fernando Beltrán
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