tag:blogger.com,1999:blog-79363584805763914142024-03-08T14:03:10.145-08:00Leer es releerUnknownnoreply@blogger.comBlogger125125tag:blogger.com,1999:blog-7936358480576391414.post-25147222826301957412015-03-25T15:50:00.002-07:002015-03-25T15:50:46.957-07:00Bélgica<div style="text-align: justify;">
¿Cómo entrar en el paraíso con una llave de palabras? Toda significación dará cuenta del abismo. Es preciso negarse a la conciencia para entrar. Aquél es el lugar de la inocencia. Para volver a ella, el lugar demanda un sacrificio. El sacrificio del <i>mí</i>, ese aluvión de repeticiones, el cúmulo de pliegues desde el que damos por conocido todo cuanto somos.</div>
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Chantal MaillardUnknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7936358480576391414.post-62968839550564199042015-03-25T15:47:00.000-07:002015-03-25T15:50:54.364-07:00Eichmann en Jerusalén<div style="text-align: justify;">
La abundante literatura existente sobre este tema suele basar sus razonamientos en el significado, comúnmente equívoco, de la palabra "ley", que en este contexto significa, a veces, la ley común - es decir, la ley promulgada y positiva -, y, otras veces, la ley que según se dice está grabada por igual en el corazón de todos los hombres. Sin embargo, desde un punto de vista práctico, para poder desobedecer una orden es necesario que esta sea "manifiestamente ilegal", y la ilegalidad debe "flamear" como una bandera negra en estas órdenes, como un aviso que rece ¡Prohibido!, tal como la sentencia hizo constar. (...) Recurrir a la inequívoca voz de la conciencia o, dicho sea en el lenguaje todavía más vago que emplean los juristas, al "general sentimiento de humanidad", no solo constituye una petición de principio, sino que significa rehusar conscientemente a enfrentarse con el más básico fenómeno moral, jurídico político de nuestro siglo.</div>
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Hannah ArendtUnknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7936358480576391414.post-57534902927772733752015-03-25T15:41:00.001-07:002015-03-25T15:51:01.246-07:00Preferiría no hacerlo (Bartleby o de la contingencia)<div style="text-align: justify;">
Lo que aparece en el umbral entre el ser y el no ser, entre lo sensible y lo inteligible, entre la palabra y la cosa, no es el abismo incoloro de la nada, sino el atisbo luminoso de lo posible. Poder significa: no poder no negar.</div>
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Giorgio Agamben</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7936358480576391414.post-54699266160548443972015-03-25T15:36:00.001-07:002015-03-25T15:51:05.839-07:00La herida en la lengua<br />
La piel del brazo<br />
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el roce</div>
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Abrázame le digo dice</div>
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ella</div>
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pero no hay otro</div>
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movimiento</div>
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que el de la caída</div>
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me pregunto cómo</div>
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si ella más abajo o si o</div>
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más arriba</div>
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o su brazo y no hay tiempo</div>
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salvo para caer</div>
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el edificio a un lado</div>
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porque de espaldas no</div>
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de espaldas es el suelo</div>
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y el suelo es el miedo</div>
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Abrázame le dice</div>
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pero es</div>
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tan larga la caída</div>
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Chantal Maillard</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7936358480576391414.post-44179136369732871632015-03-25T15:34:00.002-07:002015-03-25T15:51:13.749-07:00La herida en la lengua<div style="text-align: justify;">
Para sobrevivir, cualquier animal embiste las paredes de su celda, atraviesa continentes, camina hasta extenuarse, desplaza a otros, se defiende y mata. Ninguno, sin embargo, esclaviza a otro por provecho o diversión, ninguno encarcela a otro para contemplar las piruetas que da tratando de hallar salida. La crueldad no son las fauces del tigre en el cuello de una gacela, no, la crueldad es moral, y la moral es humana. La estupidez también.</div>
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Chantal Maillard</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7936358480576391414.post-30581555323561836332014-12-06T13:06:00.001-08:002014-12-06T13:10:36.711-08:00VacíoEl problema de un vacío<br />
tan grande como este<br />
es que uno nunca termina<br />
de caerse del todo.<br />
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Diego Álvarez MiguelUnknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7936358480576391414.post-27222815121591482672014-12-06T13:04:00.001-08:002014-12-06T13:04:55.971-08:00Como tantas otras vecesY si como tantas otras veces<br />
tenían razón los clásicos<br />
y todo lo bonito que me dices<br />
debería escribirlo sobre el viento,<br />
si en ese inmenso beso<br />
que entre dos afanamos a guardar<br />
se volviese tu boca de ceniza<br />
y en la mía no habitase aquel mordisco,<br />
¿qué ocurriría conmigo entonces?<br />
Si anduviesen acertados los antiguos<br />
y tu tristeza me ganase la partida<br />
y tu memoria en un momento decidiese<br />
que lo mejor en este caso es olvidarme,<br />
si tus brazos se cansaran de mi ausencia<br />
y en un giro inesperado de la historia<br />
volvieras la cara hacia otro cuerpo<br />
que estuviese disponible a todas horas<br />
como se vuelve el girasol hacia el quinqué<br />
los días que no arrecia la tormenta,<br />
¿qué ocurriría conmigo entonces?<br />
<br />
<br />
Diego Álvarez MiguelUnknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7936358480576391414.post-59173042362351078142014-11-05T08:56:00.002-08:002015-03-25T15:52:07.004-07:00<div style="text-align: justify;">
Situarse en ella, más allá de los patrones que nos instalaban más o menos (in)cómodamente en sillones sin suelo, subrayando y aceptando sin carencias (sin echar de menos nada, sin faltas o culpas) nuestra presente condición, ésa es la labor que le queda al hombrecillo sin dueño que, tarde o temprano, caerá en la cuenta de que esa realidad que se le viene encima era también una falsa realidad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
F. RampérezUnknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7936358480576391414.post-51952936906952638992014-11-05T08:55:00.003-08:002015-03-25T15:52:28.588-07:00La literatura y el derecho a la muerte<div style="text-align: justify;">
La literatura está ligada al lenguaje. El lenguaje es a la vez tranquilizador e inquietante. Cuando hablamos, nos hacemos amos de las cosas con una facilidad que nos satisface. Digo: esta mujer, y al punto dispongo de ella, la alejo, la acerco, es todo lo que deseo que sea, es el lugar de las transformaciones y de las acciones más sorprendentes: la palabra es la facilidad y la seguridad de la vida. Con un objeto sin nombre no sabemos hacer nada.</div>
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BlanchotUnknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7936358480576391414.post-89920705240140257302014-11-05T08:52:00.000-08:002015-03-25T15:53:27.612-07:00Qué es poesía<div style="text-align: justify;">
No hay poema sin accidente, no hay poema que no se abra como una herida, pero también que no sea hiriente. Llamarás poema a un encantamiento silencioso, la herida áfona que de ti deseo aprender par coeur. (...) Esta vuelta, la inversión de esta catástrofe.</div>
<div style="text-align: justify;">
(...)</div>
<div style="text-align: justify;">
Llamarás desde ahora poema a una cierta pasión de la marca singular, la firma que repite su dispersión, cada vez más allá del logos, ahumana, doméstica apenas, no reapropiable en la familia del sujeto: un animal convertido, hecho un ovillo, vuelto hacia el otro y hacia sí, una cosa en suma, y modesta, discreta, cerca de la tierra , la humildad que tú apodas, transportándote así en el nombre más allá del nombre, un erizo catacrético, todo flechas afuera, cuando este ciego sin edad oye pero no ve venir la muerte.</div>
<br />
J.DerridaUnknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7936358480576391414.post-18386130376029459272014-11-05T08:41:00.001-08:002015-03-25T15:53:35.978-07:00Libertad bajo palabraVI<br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
AHORA, después de los años, me pregunto si fue verdad o un engendro de mi adolescencia exaltada: los ojos que no se cierran nunca, ni en el momento de la caricia; ese cuerpo demasiado vivo (antes sólo la muerte me había parecido tan rotunda, tan totalmente ella misma, quizá porque en lo que llamamos vida hay siempre trozos y partículas de no-vida); ese amor tiránico, aunque no pide nada, y que no está hecho a la medida de nuestra flaqueza. Su amor a la vida obliga a desertar la vida; su amor al lenguaje lleva al desprecio de las palabras; su amor al juego conduce a pisotear las reglas, a inventar otras, a jugarse la vida en una palabra. Se pierde el gusto por los amigos, por las mujeres razonables, por la literatura, la moral, las buenas compañías, los bellos versos, la psicología, las novelas. Abstraído en una meditación que consiste en ser una meditación sobre la inutilidad de las meditaciones, una contemplación en la que el que contempla es contemplado por lo que contempla y ambos por la Contemplación, hasta que los tres son uno se rompen los lazos con el mundo la razón y el lenguaje. Sobre todo con el lenguaje —ese cordón umbilical que nos ata al abominable vientre rumiante. Te atreves a decir No, para un día poder decir mejor Si. Vacías tu ser de todo la que los Otros la rellenaron: grandes y pequeñas naderías, todas las naderías de que está hecho el mundo de los Otros. Y luego te vacías de ti mismo, porque tú —lo que llamamos yo o persona— también es imagen, también es Otro, también es nadería. Vaciado, limpiado de la nada purulenta del yo, vaciado de tu imagen, ya no eres sino espera y aguardar. Vienen eras de silencio, eras de sequía y de piedra. A veces, una tarde cualquiera, un día sin nombre, cae una Palabra, que se posa levemente sobre esa tierra sin pasado. El pájaro es feroz y acaso te sacará los ojos. Acaso, más tarde, vendrán otros.</div>
<div style="text-align: justify;">
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Octavio PazUnknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7936358480576391414.post-22060527100598100722014-11-05T08:37:00.002-08:002015-03-25T15:53:42.549-07:00Historias de cronopios y de famas<div style="text-align: justify;">
Y los gestos del amor, ese dulce museo, esa galería de figuras de humo. Consuélese tu vanidad: la mano de Antonio buscó lo que busca tu mano, y ni aquélla ni la tuya buscaban nada que ya no hubiera sido encontrado desde la eternidad. Pero las cosas invisibles necesitan encarnarse, las ideas caen a la tierra como palomas muertas.</div>
<div style="text-align: justify;">
Lo verdaderamente nuevo da miedo o maravilla. Estas dos sensaciones igualmente cerca del estómago acompañan siempre la presencia de Prometeo; el resto es la comodidad, lo que siempre sale más o menos bien; los verbos activos contienen el repertorio completo.</div>
<div style="text-align: justify;">
Hamlet no duda: busca la solución auténtica y no las puertas de la casa o los caminos ya hechos -por más atajos y encrucijadas que propongan. Quiere la tangente que triza el misterio, la quinta hoja del trébol. Entre sí y no, qué infinita rosa de los vientos. Los príncipes de Dinamarca, esos halcones que eligen morirse de hambre antes de comer carne muerta.</div>
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Cortázar.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7936358480576391414.post-72483431874687658732014-08-01T07:06:00.000-07:002015-03-25T15:53:49.629-07:00Rayuela<div style="text-align: justify;">
<i>Pero el amor, esa palabra... </i>Moralista Horacio, temeroso de pasiones sin una razón de aguas hondas, desconcertado y arisco en la ciudad donde el amor se llama con todos los nombres de todas las calles, de todas las casas, de todos los pisos, de todas las habitaciones, de todas las camas, de todos los sueños, de todos los olvidos o los recuerdos. Amor mío, no te quiero por vos ni por mí ni por los dos juntos, no te quiero porque la sangre me llame a quererte, te quiero porque no sos mía, porque estás del otro lado, ahí donde me invitás a saltar y no puedo dar el salto, porque en lo más profundo de la posesión no estás en mí, no te alcanzo, no paso de tu cuerpo, de tu risa, hay horas en que me atormenta que me ames (cómo te gusta usar el verbo amar, con qué cursilería lo vas dejando caer sobre los platos y las sábanas y los autobuses), me atormenta tu amor que no me sirve de puente porque un puente no se sostiene de un solo lado, jamás Wright ni Le Corbusier van a hacer un puente sostenido de un solo lado, y no me mires con esos ojos de pájaro, para vos la operación de] amor es tan sencilla, te curarás antes que yo y eso que me querés como yo no te quiero. Claro que te curarás, porque vivís en la salud, después de mí será cualquier otro, eso se cambia como los corpiños. Tan triste oyendo al cínico Horacio que quiere un amor pasaporte, amor pasamontañas, amor llave, amor revólver, amor que le dé los mil ojos de Argos, la ubicuidad, el silencio desde donde la música es posible, la raíz desde donde se podría empezar a tejer una lengua. Y es tonto porque todo eso duerme un poco en vos, no habría más que sumergirte en un vaso de agua como una flor japonesa y poco a poco empezarían a brotar los pétalos coloreados, se hincharían las formas combadas, crecería la hermosura. Dadora de infinito, yo no sé tomar, perdoname. Me estás alcanzando una manzana y yo he dejado los dientes en la mesa de luz. Stop, ya está bien así. También puedo ser grosero, fájate. Pero fijate bien, porque no es gratuito. </div>
<div style="text-align: justify;">
¿Por qué stop? Por miedo de empezar las fabricaciones, son tan fáciles. Sacás una idea de ahí, un sentimiento del otro estante, los atás con ayuda de palabras, perras negras, y resulta que te quiero. Total parcial: te quiero. Total general: te amo. Así viven muchos amigos míos, sin hablar de un tío y dos primos, convencidos del amor-que-sienten-por-sus-esposas. De la palabra a los actos, che; en general sin verba no hay res. Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio. Vos dirás que la eligen porque-la-aman, yo creo que es al verse. A Beatriz no se la elige, a Julieta no se la elige. Vos no elegís la lluvia que te va a calar hasta los huesos cuando salís de un concierto. Pero estoy solo en mi pieza, caigo en artilugios de escriba, las perras negras se vengan cómo pueden, me mordisquean desde abajo de la mesa. ¿Se dice abajo o debajo? Lo mismo te muerden. ¿Por qué, por qué, pourquoi, why, warum, perchè este horror a las perras negras? Miralas ahí en ese poema de Nashe, convertidas en abejas. Y ahí, en dos versos de Octavio Paz, muslos del sol, recintos del verano. Pero un mismo cuerpo de mujer es María y la Brinvilliers, los ojos que se nublan mirando un bello ocaso son la misma óptica que se regala con los retorcimientos de un ahorcado. Tengo miedo de ese proxenetismo, de tinta y de voces, mar de lenguas lamiendo el culo del mundo. Miel y leche hay debajo de tu lengua... Sí, pero también está dicho que las moscas muertas hacen heder el perfume del perfumista. En guerra con la palabra, en guerra, todo lo que sea necesario aunque haya que renunciar a la inteligencia, quedarse en el mero pedido de papas fritas y los telegramas Reuter, en las cartas de mi noble hermano y los diálogos del cine. Curioso, muy curioso que Puttenham sintiera las palabras como si fueran objetos, y hasta criaturas con vida propia. También a mí, a veces, me parece estar engendrando ríos de hormigas feroces que se comerán el mundo. Ah, si en el silencio empollara el Roc... Logos, faute éclatante. Concebir una raza que se expresara por el dibujo, la danza, el macramé o una mímica abstracta. ¿Evitarían las connotaciones, raíz del engaño? Honneur des hommes, etc. Sí, pero un honor que se deshonra a cada frase, como un burdel de
vírgenes si la cosa fuera posible.</div>
<div style="text-align: justify;">
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Capítulo 93</div>
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Julio Cortázar </div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7936358480576391414.post-76726337606413880152014-02-15T05:45:00.002-08:002015-03-25T15:54:02.593-07:00Diccionario de las Artes: Realidad<div style="text-align: justify;">
Siendo así que lo perdido por nosotros no tiene más realidad que la que le otorga nuestro deseo de <i>mantener</i> a la vaca, a la pastorcilla, etcétera, <i>como si fueran reales</i> dentro de nuestra existencia, es evidente que los artistas "realistas", sin saberlo, no hacen sino mantener la ficción de que hay vacas, pastorcillas y etcétera. No sólo hacen exactamente lo mismo que todos los demás artistas hacen, sino que encima ignoran que lo hacen. </div>
<div style="text-align: justify;">
Ahora bien, esta ficción impulsada por el deseo (que haya mar, por favor, que haya estrellas y crepúsculos, que haya cerezas y vino, y cuerpos gloriosos en inteligencias finas, y tías, naturalmente, e incluso hostias) es irreal, sin la menor duda,<i> pero es verdadera</i>. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
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Félix de AzúaUnknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7936358480576391414.post-37701944437497158112014-01-28T03:02:00.001-08:002014-01-28T03:02:25.025-08:00Diccionario de las Artes: Rimbaud<div style="text-align: justify;">
Rimbaud es a la poesía del siglo XX lo que la máquina de vapor es a los transportes del siglo XX. Gracias a Rimbaud prácticamente todo el mundo puede ser poeta o codearse con uno de ellos, del mismo modo que ya no hace falta ser marqués para viajar en coche de caballos. Rimbaud es el primer efecto de masificación de la lírica.</div>
<div style="text-align: justify;">
Sin embargo, lo que Rimbaud inventó no fue un nuevo modo de concebir la poesía, sino una nueva manera de concebir al poeta. Y muy a pesar suyo. El modelo vanguardista de poeta inventado por Rimbaud ha tenido un éxito apoteósico.</div>
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A diferencia del modelo clásico de poeta, que era un hombre culto que leía en latín y en griego, sabía de memoria libros enteros, y era moderadamente rico, el modelo vanguardista de poeta puede ignorarlo todo y sólo precisa dos virtudes: una capacidad de autodestrucción acentuada y otra no menos acentuada capacidad de autoestima que le permita exhibir con desparpajo su autodestrucción como quien muestra una gracia. Con eso basta.</div>
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Félix de Azúa</div>
Unknownnoreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-7936358480576391414.post-14245901336140999092013-12-10T15:19:00.002-08:002013-12-10T15:19:46.010-08:00Matar a PlatónTuerzo la esquina. Apresuro el paso. Se hace tarde y aún no he almorzado. Acabo de encontrarme con un viejo amigo. Me ha pedido consejo acerca de unos poemas que está escribiendo. Trata de una mujer que es aplastada por el impacto de un sonido, el sonido que hace una idea cuando vibra y se convierte en proyectil. El sonido aplasta a la mujer contra la fachada de una casa. Ese es el tema. Los poemas son variaciones de esta imagen. Le dije que no entendía por qué lo titulaba <i>Matar a Platón</i>. Me contestó que el libro describe un acontecimiento, que un acontecimiento, al contrario que una idea, nunca puede ser definido. Un acontecimiento no es un hecho sino algo muy sutil, simple y complejo al mismo tiempo. Por eso las variaciones. Por eso los poemas. Un poema puede sugerir el instante. Y en ese instante está el universo entero, en superficie, el universo en extensión, como una enorme trama. Conocerse es viajar como una araña por los hilos de esa trama. Platón desterró a los artistas por temor a mostrar que lo-que-ocurre no tiene correlato ideal, que cada ser no participa de su idea sino, al contrario, de todo aquello que él no es. Censuró a Homero porque permitía la metamorfosis, el llanto de los héroes y la risa de los dioses. Cualquier ser se alimenta se los demás en un acontecimiento. ¿Y la mujer?, pregunté. ¿Por qué una mujer? Porque Platón, de acuerdo con su época, las envilece, contestó. En el mundo de las verdades, ella es la víctima. Pero en tu poema ella también es la víctima, insistí, y sin embargo dices que describe un acontecimiento... Sí, pero ¿a los ojos de quién acontece el acontecimiento? Prometí pensármelo. Pero vi que él también dudaba. Estoy segura de que lo estará reconsiderando. Nos separamos hace unos minutos. Parecía satisfecho. Por cierto, ahora me doy cuenta de que no le pregunté por la niña que le acompañaba. No sé si era hija suya. Tenía la piel casi transparente como si hubiese salido de uno de sus versos. He torcido la esquina. Oigo el sonido de un frenazo. Parece producido por un camión pesado. Ahora, el ruido de un impacto. Voy a volver sobre mis pasos: ha sido justo detrás de la esquina.<br />
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Chantal Maillard Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7936358480576391414.post-28204556934773131962013-10-18T02:53:00.002-07:002013-10-18T02:56:29.400-07:00La negativa<div style="text-align: justify;">
Si me encuentro a una muchachita bonita y le pido: "Sé buena, ven conmigo", y pasa de largo sin decir una palabra, su actitud significa: </div>
<div style="text-align: justify;">
"Tú no eres un duque con apellido rimbombante; ningún americano atlético con la estatura de un indio, con ojos horizontales y contemplativos, con una piel acariciada por el aire de las praderas y de los ríos que fluyen por ellas. No has viajado a los Grandes Lagos, ni los has surcado, aunque no sé ni dónde se encuentran. Así que dime, por qué yo, una muchacha bonita, tendría que ir contigo". </div>
<div style="text-align: justify;">
"Olvidas que no te llevan en automóvil por la calle, balanceándote con sus sacudidas; no veo ir detrás de ti a los señores pertenecientes a tu séquito, embutidos en sus trajes y murmurándote piropos. Tus pechos quedan bien comprimidos por el corsé, pero tus muslos y caderas se resarcen por esa sobriedad. Llevas un vestido de tafetán con pliegues, como el que nos alegró tanto a todos el pasado otoño y, sin embargo, con ese peligro mortal en el cuerpo, sólo te ríes de vez en cuando". </div>
<div style="text-align: justify;">
"Sí, los dos tenemos razón y, para no ser conscientes de ello de un modo irrefutable, preferimos irnos solos a casa, ¿verdad?".</div>
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Franz Kafka Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7936358480576391414.post-56672662532397750222013-09-24T16:30:00.001-07:002013-09-24T16:30:22.289-07:00El extranjeroEntonces, no sé por qué, algo se rompió dentro de mí. Me puse a gritar a voz en cuello y le insulté y le dije que no rogara y que más le valía arder que desaparecer. Le había tomado por el cuello de la sotana. Vaciaba sobre él todo el fondo de mi corazón con impulsos en que se mezclaban el gozo y la cólera. Parecía estar tan seguro, ¿no es cierto? Sin embargo, ninguna de sus certezas valía lo que un cabello de mujer. Ni siquiera estaba seguro de estar vivo, puesto que vivía como un muerto. Me parecía tener las manos vacías. Pero estaba seguro de mí, seguro de todo, más seguro que él, seguro de mi vida y de esta muerte que iba a llegar. Sí, no tenía más que esto. Pero, por lo menos, poseía esta verdad, tanto como ella me poseía a mí. Yo había tenido razón, tenía todavía razón, tenía siempre razón. Había vivido de tal manera y hubiera podido vivir de tal otra. Había hecho esto y no había hecho aquello. No había hecho tal cosa en tanto que había hecho esta otra. ¿Y después? Era como si durante toda la vida hubiese esperado este minuto... y esta brevísima alba en la que quedaría justificado. Nada, nada tenía importancia, y yo sabía bien por qué. También él sabía por qué. Desde lo hondo de mi porvenir, durante toda esta vida absurda que había llevado, subía hacia mí un soplo oscuro a través de los años que aún no habían llegado, y este soplo igualaba a su paso todo lo que me proponían entonces, en los años no más reales que los que estaba viviendo.
¡Qué me importaban la muerte de los otros, el amor de una madre! ¡Qué me importaban su Dios, las vidas que uno elige, los destinos que uno escoge, desde que un único destino debía de escogerme a mí y conmigo a millares de privilegiados que, como él, se decían hermanos míos! ¿Comprendía, comprendía pues? Todo el mundo era privilegiado. No había más que privilegiados. También a los otros los condenarían un día. También a él lo condenarían. ¿Qué importaba si acusado de una muerte lo ejecutaban por no haber llorado en el entierro de su madre? El perro de Salamano valía tanto como su mujer. La mujercita autómata era tan culpable como la parisiense que se había casado con Masson, o como María, que había deseado casarse conmigo. ¿Qué importaba que Raimundo fuese compañero mío tanto como Celeste, que valía más que él? ¿Qué importaba que María diese hoy su boca a un nuevo Meursault? Comprendía, pues, este Condenado, que desde lo hondo de mi porvenir... Me ahogaba gritando todo esto. Pero ya me quitaban al capellán de entre las manos y los guardianes me amenazaban. Sin embargo, él los calmó y me miró en silencio. Tenía los ojos llenos de lágrimas. Se volvió y desapareció.<br />
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Albert Camus</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7936358480576391414.post-57522501759989975422013-08-01T11:21:00.003-07:002013-08-01T11:21:35.457-07:00La redención de la carne (hastío del alma y elogio de la pudrición)¿El cuerpo? Inmundicia, fugacidad en el devenir, cadáver ornamentado. ¿A sus necesidades cotidianas? Nula satisfacción, reparación imprescindible: régimen de vida orgánica bajo mínimos. ¿El alma? Esa sí, destello de luz, fulgor en la forma, brillo en la eternidad...<br />
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P.Salabert.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7936358480576391414.post-83389139906484832492013-05-29T11:44:00.000-07:002013-05-29T11:44:03.638-07:00La conquista del aireHe aceptado tu propuesta de hablarnos mediante estos mensajes, pero sólo para decirte que no creo en la escritura como ese estado silencioso del que hablas. En la escritura no hay silencio, la escritura no es anterior a la voz. La escritura es el dios con minúscula de nuestra época y, por ello, la escritura es causa de envilecimiento. Todo lo que detestamos, Marta, la crueldad gratuita, la incontinencia, la mezquindad, cualquier acto ruin podría ser redimido en aras de la interpretación si hay un ojo que todo lo ve. Y eso, Marta, fue Dios. Pero aquel Dios en el que tú creíste al menos había dictado las tablas de la ley. La escritura es un dios sin constraste, blando y adulador. Es el dios que sólo mira allí donde señala nuestro dedo, el dios de lo apuntado, el dios de lo que quisimos registrar.<br />
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Belén GopeguiUnknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7936358480576391414.post-80294132570705445512013-04-18T09:32:00.003-07:002013-04-18T09:33:06.046-07:00La náusea<br />
Ellos hablan en voz baja. Les han servido entremeses, pero no los tocan. Parando la oreja puedo pescar partes de la conversación. Entiendo mejor lo que dice la mujer con su voz rica y velada.<br />
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- No, Jean, no.<br />
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- ¿Por qué no? - murmura el joven con apasionada vivacidad.<br />
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- Ya se lo he dicho.<br />
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- Esa no es una razón.<br />
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Se me escapan unas palabras; después la mujer hace un gesto encantador de cansancio:<br />
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- He probado demasiadas veces. Ya pasé la edad en que se puede empezar a vivir de nuevo. Soy vieja, ¿sabe?<br />
<br />
El joven se ríe con ironía. Ella prosigue:<br />
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- No podría soportar una… decepción.<br />
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- Hay que tener confianza -dice el joven-; así como está, en este momento, usted no vive.<br />
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Ella suspira:<br />
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- ¡Lo sé!<br />
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Jean-Paul SartreUnknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7936358480576391414.post-54446449412896922392012-12-19T09:10:00.000-08:002012-12-19T09:10:04.700-08:00Renacida (Diarios)La música es a la vez la más maravillosa, la más vivaz de todas las artes–es la más abstracta, la más perfecta, la más pura–y la más sensual. Escucho con mi cuerpo y es mi cuerpo que se duele en respuesta a la pasión y al pathos plasmados en esta música. Es el «yo» físico el que siente un dolor insoportable– y, a continuación, una sorda inquietud–cuando el mundo entero de la melodía de pronto brilla y desciende en cascada en la segunda parte del primer movimiento–es carne y hueso lo que muere un poco cada vez que me arrastra el anhelo del segundo movimiento–<br />
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Estoy casi al borde de la locura. A veces–creo–(con cuánto cuidado escribo estas palabras)–hay momentos fugaces (que vuelan tan rápido) cuando sé con la certeza de que hoy es Navidad que estoy tambaleante al borde de un precipicio sin fondo –<br />
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¿Qué, me pregunto, me conduce al desorden? ¿Cómo puedo diagnosticarme a mí misma? Todo lo que siento, del modo más inmediato, es la más angustiosa necesidad de amor físico y compañía mental–soy muy joven, y quizá supere el aspecto preocupante de mis ambiciones sexuales– francamente, no me importa. [En el margen, y con fecha 31 de mayo de 1949, SS añade las palabras: «Y tampoco a ti».] Mi necesidad es tan abrumadora y el tiempo, en mi obsesión, tan breve…–<br />
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Con toda probabilidad, veré esto en retrospectiva con gran regocijo. Así como antaño era una neurótica religiosa aterrada y pensaba que un día debía convertirme al catolicismo, así ahora creo que tengo tendencias lésbicas (con cuánta renuencia escribo esto)–<br />
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No debo pensar en el sistema solar –en innumerables galaxias que abarcan incontables años luz–en la infinitud del espacio–no debo mirar hacia el cielo más de un instante–no debo pensar en la muerte, en la eternidad–no debo hacer todas esas cosas para que así no conozca esos momentos horribles cuando mi mente parece algo tangible–más que mi mente–todo mi espíritu–todo lo que me anima y es el deseo original y receptivo que constituye mi «yo»–todo esto adquiere una forma y un tamaño definidos–demasiado grande para ser contenida en la estructura que llamo mi cuerpo–Todo esto me arrastra y repele–años y tensiones (las siento ahora) hasta que debo apretar los puños–me levanto–quién puede estarse quieta–cada músculo está en un potro–tratando de erigirse en una inmensidad– quiero gritar–siento presión en el estómago–mis piernas, pies, dedos de los pies se extienden hasta que duelen.<br />
<br />
Estoy cada vez más cerca de romper este pobre cascarón–lo sé ahora–la contemplación del infinito–la tensión de mi mente me conduce a diluir el horror por lo opuesto a la simple sensualidad de la abstracción. <i>Y sabiendo que no tengo una salida, sin embargo, un demonio me atormenta – me colma de dolor y furia – con temor y temblor (desgarrada, sacudida – qué desdichada soy –) mi mente dominada por espasmos de deseo incontrolable.</i><br />
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Susan SontagUnknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7936358480576391414.post-81202383847326005052012-12-19T09:02:00.000-08:002012-12-19T09:02:24.274-08:00IV Creo que no te quiero,<br />
que solamente quiero la imposibilidad<br />
tan obvia de quererte<br />
como la mano izquierda<br />
enamorada de ese guante<br />
que vive en la derecha.
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Julio CortázarUnknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7936358480576391414.post-70536727551174076352012-11-21T10:08:00.002-08:002012-12-19T09:03:29.333-08:00Piedra de sol (fragmentos)<dl><dd>(...)</dd><dd></dd><dd>no hay nadie, no eres nadie,</dd><dd>un montón de ceniza y una escoba,</dd><dd>un cuchillo mellado y un plumero,</dd><dd>un pellejo colgado de unos huesos,</dd><dd>un racimo ya seco, un hoyo negro</dd><dd>y en el fondo del hoyo los dos ojos</dd><dd>de una niña ahogada hace mil años,</dd></dl>
<br />
<dl><dd>miradas enterradas en un pozo,</dd><dd>miradas que nos ven desde el principio,</dd><dd>mirada niña de la madre vieja</dd><dd>que ve en el hijo grande un padre joven,</dd><dd>mirada madre de la niña sola</dd><dd>que ve en el padre grande un hijo niño,</dd><dd>miradas que nos miran desde el fondo</dd><dd>de la vida y son trampas de la muerte</dd><dd>¿o es al revés: caer en esos ojos</dd><dd>es volver a la vida verdadera?,</dd></dl>
<br />
<dl><dd>¡caer, volver, soñarme y que me sueñen</dd><dd>otros ojos futuros, otra vida,</dd><dd>otras nubes, morirme de otra muerte!</dd></dl>
<dl><dd> (...)</dd><dd></dd><dd>¿la vida, cuándo fue de veras nuestra?,</dd><dd>¿cuando somos de veras lo que somos?,</dd><dd>bien mirado no somos, nunca somos</dd><dd>a solas sino vértigo y vacío,</dd><dd>muecas en el espejo, horror y vómito,</dd><dd>nunca la vida es nuestra, es de los otros,</dd><dd>la vida no es de nadie, ¿todos somos</dd><dd>la vida? pan de sol para los otros,</dd><dd>¿los otros todos que nosotros somos?,</dd><dd>soy otro cuando soy, los actos míos</dd><dd>son más míos si son también de todos,</dd><dd>para que pueda ser he de ser otro,</dd><dd>salir de mí, buscarme entre los otros,</dd><dd>los otros que no son si yo no existo,</dd><dd>los otros que me dan plena existencia,</dd><dd>no soy, no hay yo, siempre somos nosotros,</dd><dd>la vida es otra, siempre allá, más lejos,</dd><dd>fuera de ti, de mí, siempre horizonte,</dd><dd>vida que nos desvive y enajena,</dd><dd>que nos inventa un rostro y lo desgasta,</dd><dd></dd><dd>(...)</dd><dd></dd><dd></dd><dd>Octavio Paz </dd></dl>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7936358480576391414.post-55268287347762528522012-11-12T16:28:00.001-08:002012-12-19T09:03:47.959-08:00Te vas<br />
Un comienzo posible:<br />
uno aprieta el puño hasta que los dedos<br />
le atraviesan los dedos,<br />
después respira hondo<br />
se mantiene en la vertical.<br />
<i>Eso, perfectamente, podría ser un final.</i><br />
Me dices absorbiendo el humo.<br />
<br />
Pero en la vida no hay principios<br />
ni hay comienzos, ni hay finales<br />
sino solo cambios en la posición.<br />
Entonces tuerces tu cuerpo, lo sabes,<br />
y en tu espalda ordeno manchas y lunares<br />
como si pretendiese poner orden en mi vida,<br />
sentar prioridades, imponer horarios.<br />
<br />
Quieres que hablemos. Levantas<br />
el tronco. Te inclinas sobre la mesa.<br />
Miras, pareces leer algo en el aire<br />
que se nos escapa a los turistas.<br />
Después lo entiendo todo:<br />
remueves el café al revés<br />
como habrías de hacerlo<br />
en las antípodas.<br />
<br />
<br />
<br />
Diego Álvarez.<br />
<br />Unknownnoreply@blogger.com0